Este cuento con la letra j para niños de primero de primaria se llama “La jirafa de Juan” y  forma parte de la serie Cuentos de la A la Z puedes descargarlo en PDF dando click a este enlace.

¡Espero que disfrutes la lectura!

Cuento con la letra J para niños de primero de primaria

La jirafa de Juan

-¡Mira mamá! encontré la jirafa de Juan, estaba bajo la cama -dijo Julieta.
-¡Está muy sucia! la voy a lavar ahora mismo, tu hermano se va a poner muy contento cuando la vea.

Cuando la jirafa de Juan estuvo limpia se veía esponjosa, suave y muy bonita.

-¿Puedo jugar con ella? -preguntó Julieta
-Está bien, pero cuando Juan llegue de su clase de dibujo tendrás que dársela.
-Claro mamá.

Julieta jugó con Jafi al safari, juntas recorrieron la sabana africana y se enfrentaron a numerosos peligros. El tiempo pasó muy rápido y Juan llegó a la casa acompañado de su amigo José.
-Hola, mamá, José y yo vamos a jugar un rato… -Juan no pudo terminar de hablar porque vio a Julieta que abrazaba a Jafi.
-¡La encontré bajo la cama!
-Qué bien -dijo muy serio-. Vamos a mi recámara, José
-Toma -dijo Julieta dándole la jirafa de peluche.
-¿Es tuya? -preguntó José con una sonrisa burlona.
-Sí, es su juguete favorito -dijo Julieta.
-Claro que no, yo no juego con jirafas de peluche. Déjame en paz, Julieta. Ven José, no le hagas caso a esa niña tonta.
José y Juan se fueron a jugar y Julieta abrazó fuerte a Jafi.

-¡No soy tonta! -gritó- Es tu jirafa…
.¡Déjame en paz!

Juan cerró fuerte la puerta y Julieta fue con su mamá.

-¿Qué le pasa a Juan, mamá? me dijo tonta.
-No le hagas caso, cuando José se vaya hablaré con tu hermano, mientras ve a jugar con Jafi
-¿Puede ser mía si Juan no la quiere?
-Por supuesto.

José se fue y Juan entró a la recámara de su hermana.

-Quiero a Jafi
-¿Puedo jugar un rato más con ella?
-No, es mía, dámela -Juan trató de arrebatarle la jirafa a su hermana, pero ella la agarró con fuerza de las patas mientras Juan la sostenía por el cuello. Los dos jalaron, Jafi no resistió y se rompió.
-¡Mira lo que hiciste! -Juan estaba a punto de pegarle a su hermana, pero su mamá entró a la habitación a tiempo para evitar una pelea.
-Juan, compórtate, tu hermana no tuvo la culpa. Dame, voy a arreglar a Jafi y tú y yo hablaremos muy seriamente. Acompáñame.

Juan salió detrás de su mamá arrastrando los pies y con la cabeza inclinada. Quería llorar porque no le gustaba ver a su jirafa rota, pero se aguantó las lágrimas pues no quería aceptar que todavía quería a Jafi.

-Te portaste muy mal con Julieta, le debes una disculpa
-Pero fue ella la que rompió a Jafi, si me la hubiera dado no habría pasado nada.
-Le dijiste tonta, la insultaste y eso no estuvo bien, ella solo quería darte a Jafi.
-Pero, mamá, me la quería dar frente a José. Y yo no quería que él supiera que tengo un juguete de peluche. Los niños de mi edad ya no juegan con muñequitos.
-Julieta no sabía eso, ella se puso muy contenta cuando encontró a Jafi bajo la cama y solo quería dártela porque sabe cuánto te gusta.
-No me gusta tanto.
-Muy bien, entonces ¿por qué no dejaste que Julieta jugara con ella un poco más?

Juan se quedó callado, no sabía que responder. Sabía que ya no era un niño pequeño y no quería jugar con Jafi, pero quería tenerla solo para él.

-Ya está, el color es casi igual al de la tela así que no se nota mucho donde se rompió. ¿La quieres o se la doy a Julieta?

Juan agarró a Jafi y se fue a su recámara. No tenía ganas de hablar con nadie.

Al día siguiente Juan entró a la escuela un poco preocupado porque no sabía si José les contaría lo de Jafi a sus otros amigos. ¿Serían capaces de burlarse de él? Entró al salón y todos lo saludaron como siempre. José ni siquiera mencionó lo ocurrido en su casa así Juan se quedó tranquilo aunque en el recreo le dijo a su amigo.
-Oye, José, quiero decirte que esa jirafa no es mía.
-Lo sé -dijo José-, no te preocupes.
-¿De verdad? ayer sentí que te burlabas cuando mi hermana se confundió y dijo que Jafi era mía.
-No me burlaba, bueno un poco, pero no le voy a contar a nadie sobre eso.
-Está bien.

Los dos amigos se quedaron callados mientras comían su lonche.

-¿Y desde cuándo la tienes? -preguntó José.
-Desde que tenía un año -dijo, Juan.
-Yo tengo un oso.
-Nunca lo he visto.
-Porque cada vez que vas a mi casa lo escondo bajo la cama.

Juan sonrío y se quedó tranquilo, sabía que José guardaría su secreto. Al llegar a casa se disculpó con su hermana y le agradeció por encontrar y cuidar a Jafi. Llegaron a un acuerdo, cada vez que Juan tuviera visita, Julieta tendría a Jafi y por esos momentos ella sería su dueña.

Fin

Actividades sugeridas para hacer durante la lectura

1.- Encuentra las J y j que aparecen en el
cuento
2.- Dibuja a Juan y escribe su nombre
3.- Dibuja a Julieta y escribe su nombre
4.-Dibuja a Jafi y escribe su nombre.

¿Tienes muñecos de peluche? dibújalos y escribe su nombre.