Cuento con L para niños de primaria

Este cuento con la letra L para niños de primero de primaria se llama “La linterna de Lucía” y  forma parte de la serie Cuentos de la A la Z ¡Espero que disfruten la lectura!!! estoy preparando los cuentos con ilustraciones y la serie completa estará a la venta próximamente en la tienda en línea 🙂

Cuento con L para niños de primaria

El día se termina, Lucía se lava los dientes, se pone su pijama, toma un poquito de agua y se acuesta en su cama. Unos minutos después llega su tía Liliana y le da el beso de buenas noches.

-¿Te quedas conmigo? -pregunta Lucía.

-¿Otra vez tienes miedo? -contesta tía Liliana

-Sí, mucho. ¿Hay algún muerto bajo mi cama?

La tía Liliana se asoma bajo la cama como cada noche y contesta -No, no hay muertos, solo un poco de polvo.

-¿Te duermes aquí? -pregunta Lucía.

-No, tú tienes que dormir sola, ya estás grande. Las pesadillas son solo sueños, no son reales. Cierra los ojos y descansa. Piensa en cosas bonitas.

Lucía cierra los ojos, pero no puede pensar en cosas bonitas,  piensa en fantasmas, hombres muertos con ojos rojos y saltones, momias que salen de su tumba y brujas que la persiguen. Abre los ojos y no hay nada, solo la luz de la luna que entra por la ventana.

 

Lucía no puede dormir, abraza fuerte a su muñeca favorita y  se pregunta -¿qué estarán haciendo mis papás en este momento? seguramente están caminando por el barco viendo el mar y la luna brillante.  Ya quiero que se terminen sus vacaciones.

 

Los papás de Lucía están de viaje y ella no los pudo acompañar, por eso se quedó en la casa de tía Liliana, una casa en el bosque rodeada de árboles y ruidos extraños de animales.

 

Una luz comienza a brillar cerca de la ventana, es una luz pequeñita que se prende y se apaga, Lucía piensa que es el ojo de algún monstruo tuerto. La luz se mueve y se acerca cada vez más. Lucía cierra los ojos con fuerza, tiene miedo, pero también quiere saber qué es eso que se acerca así que abre un ojo, después el otro y se levanta de la cama para acercarse a la ventana.

 

La luz se prende, la luz se apaga.

 

Lucía pega su cara al cristal de la ventana y ve un pequeño insecto negro y muy feo. -¿Y la luz que vi? -pregunta Lucía. El insecto se ilumina, no todo, solo en la última parte de su cuerpo alargado.

 

-¡Qué lindo! -exclama, Lucía -¡Tía, tía, ven a ver un insecto mágico!

 

Tía Liliana llega rápidamente a la habitación de Lucía.

 

-Es una luciérnaga, hay muchas allá afuera ¿quieres salir a verlas?

 

Lucía y su tía salen al jardín ¡las luciérnagas parecen linternas que iluminan la noche!

 

-¿Hay luciérnagas todas las noches? -pregunta Lucía.

 

-En las noches de verano, sí, pero cada vez hay menos de ellas. Estamos acabando con las luciérnagas con la contaminación.

 

-Me gustan mucho, es como estar en un cuento.

 

-Dicen que las luciérnagas traen buena suerte y que si las cuidas nada malo te pasará.

 

-¡Entonces las cuidaré mucho!

 

-Muy bien, vamos a dormir porque ya es tarde.

 

Lucía y su tía Liliana entraron a la casa, Lucía se acostó sin sentir temor porque allá afuera había linternas que brillaban para ella.

Fin

Actividades sugeridas para hacer durante la lectura

1.- Encuentra las L y l que aparecen en el
cuento
2.- Dibuja a Lucía y escribe su nombre
3.-Dibuja a la luciérnaga y ponle un nombre especial

¿Tienes tías? dibújalas y escribe su nombre.

¿Que te pareció este cuento con la letra l para niños de primero de primaria ? deja tu opinión en los comentarios.

Obra de teatro navideña para primaria

Esta obra de teatro navideña para primaria es del autor Alejandro Esquivel, lo puedes contactar aquí para pedir autorización para presentar el texto. Recuerda que el hecho de que un texto esté en la web no significa que esté disponible para su montaje. En este caso, tratándose de un texto escolar, será más sencillo obtener la autorización. Contacta al autor, estará encantado de saber que te sirvió su trabajo.

Es una obra sencilla para representarse con niños de primaria, se requieren 16 actores, pero también pueden participar más niños (como duendes trabajando o niños esperando su regalo). La escenografía es muy sencilla y los diálogos también, Alejandro sabe lo que es trabajar con niños pues tiene un grupo infantil y por eso optó por escribir esta historia.

Es un texto perfecto para presentar en las festividades escolares navideñas o con los niños de la familia si es que son muchos primitos 🙂

Obra de teatro navideña para primaria

Aventura Polar

Ejercicio escénico de Alejandro Esquivel

Personajes:

Amargura Furia Coraje Rencor

Niño 1 Niño 2 Niño 3 Niño 4

Duende 1 Duende 2 Duende 3 Duende 4

Rodolfo Reno 1 Reno 2

Santa Claus

Acto Único

Escena primera

Una noche antes de navidad en la guarida de Amargura, están ella y sus hermanos.

Amargura: Esté será el fin de Santa Claus, por fin acabaremos con la navidad.

Furia: Esos niños estarán llorando mañana.

Coraje: No tendrán ni un solo juguete.

Rencor: Sentirán lo mismo que sentimos nosotros. ¿Recuerdan ese día que Santa Claus no nos trajo nada?

Amargura: Fue el día más triste, estábamos al pie del árbol sin juguetes, sin sonrisa…

Rencor: Jamás olvidaremos lo mucho que dolió.

Coraje: Ahora todos los niños del mundo sabrán lo que se siente.

Furia: No tendremos piedad.

Amargura: ¿Están listos para destruir el taller de Santa y arruinar la navidad?

Coraje, Rencor y Furia: ¡Listos!

Amargura: Perfecto, nos vamos al Polo Norte.

Salen de escena.

Escena Segunda

 

En el parque del vecindario están los niños platicando sobre la navidad y la llegada de Santa Claus.

Niño 1: Estoy muy emocionado, mañana es navidad.

Niño 2: Este año me porte bien, estoy seguro que Santa me traerá todo lo que le pedí.

Niño 3: Son muchas cosas, tal vez no pueda cargar todo.

Niño 4: Claro que Santa puede cargar todo lo que él pidió y lo que pedimos todos, el es grande y fuerte.

Niño 1: Mañana estaremos jugando todos juntos.

Niño 2: Vamonos ya, es hora de dormir.

Salen de escena.

Escena tercera

Taller de Santa Claus – Polo Norte

Están los duendes terminando el trabajo para que Santa salga a repartir los juguetes.

Duende 1: Empaques listos

Duende 2: Costal listo.

Duende 3: Trineo listo.

Entra el duende 4 muy preocupado.

Duende 4: Santa Claus, no está listo.

Duende 1: ¿Cómo es posible?

Duende 4: Desapareció…

Se hace un oscuro, se escuchan risas maléficas, caen truenos y se oyen más ruidos extraños…

Duende 2: ¿Qué fue eso?

Entran Amargura y sus hermanos.

Amargura: Somos nosotros.

Duende 3: ¿Quienes son?

Amargura: Amargura y la legión destructora de navidad.

Duende 1: ¿Que hacen aqui?

Amargura: Nosotros secuestramos a Santa Claus y vamos a destruir su taller.

Duende 1: ¿Por qué harán tal atrocidad?

Rencor: Porque hace diez años confiamos en Santa Claus y él nos falló.

Coraje: Nos olvido.

Furia: No nos trajo nada.

Los duendes se miran, se dan cuenta quienes son

Duende 1: Con que ustedes son los hermanos González…

Amargura: Éramos. Ahora somos: Amargura y la legión destructora de la navidad.

Duende 2: No lo creo, yo sigo viendo bondad en sus ojos.

Duende 4: Ustedes están confundidos.

Amargura: No estamos confundidos, estamos dolidos.

Rencor: Muy decepcionados.

Furia: ¡Acabaremos con todo!

Entran Rodolfo y los renos corriendo.

Rodolfo: ¡Alto! No es necesaria la violencia.

Amargura: Ustedes no se metan en esto.

Reno 1: Todo tiene una explicación.

Reno 2: Encontramos a Santa Claus.

Rodolfo: El les dirá lo que en verdad pasó.

Amargura: (A sus hermanos). Son unos ineptos, no escondieron bien a Santa.

Rodolfo: No es tiempo de pelear, es tiempo de escuchar. Miren, ahí viene Santa Claus.

Entra Santa Claus.

Rencor: Usted es culpable, acéptelo.

Santa Claus: Nadie es culpable, déjenme explicarles.

Amargura: Sea breve, que tenemos una navidad que arruinar.

Santa Claus: Esto pasó hace diez navidades: ustedes me escribieron su carta y yo la recibí, por supuesto iba a llevarles todo lo que me pidieron, pero en ella no me escribieron que se cambiaron de casa… Los busqué y los busque mucho no pude encontrarlos hasta el día de hoy que ustedes me encontraron a mi.

Amargura: (A sus hermanos): Fue culpa de ustedes, ineptos.

Santa Claus: No es culpa de nadie, fue un descuido, a veces todos los tenemos.

Rencor: Pero nos quedamos sin regalos.

Santa Claus: De hecho los guardé, sabía que algún día podría dárselos. Duendes, vayan por ellos, por favor, están en el salón de obsequios especiales.

Los duendes salen y entran con los regalos.

Amargura: Gracias, Santa. (Lo abraza).

Rencor: Discúlpanos por causar problemas.

Furia: No somos malos.

Coraje: Solo estábamos enojados, estábamos equivocados.

Santa Claus: A veces cuando uno se enoja hace cosas que no son lo mejor, pero es de sabios reconocer y enmendar los errores. Pero recuerden en la navidad no solo son los regalos lo que importa, es el amor la virtud más importante.

Duende 1: Hablando de regalos, se está haciendo tarde para repartirlos.

Amargura: Nosotros ayudaremos.

Rencor: Si, será lindo ver la sonrisa de todos los niños del mundo.

Santa Claus: Manos a la obra.

Todos: ¡Sí!

Todos se disponen a ayudar.

Escena cuarta

Al pie del árbol de navidad están los regalos, ya es navidad. Entran los niños.

Niño 1: ¡Santa si vino!

Todos: ¡Feliz Navidad!

Fin.
 

Cuento con la letra K para niños de primaria

Este cuento con la letra k para niños de primero de primaria se llama “El koala de Karla” y  forma parte de la serie Cuentos de la A la Z puedes descargarlo en PDF dando click a este enlace.

¡Espero que disfrutes la lectura!

Cuento con la letra K para niños de primaria

El koala de Karla

Los koalas son unos animalitos muy tiernos, con ojitos redondos pequeños y una gran nariz negra, son originarios de Australia y en ese lugar está la mamá de Karla.

Karla no vive en Australia, ella se quedó con su papá en la ciudad de México.

La ciudad de México es muy grande y gris, tiene millones de autos, edificios altos y personas muy ocupadas que siempre tienen prisa por llegar a otro lugar. A Karla le asusta un poco tanto movimiento y siempre le toma la mano muy fuerte a su papá cuando tiene que subir al metro para ir a la escuela. Va a la escuela de lunes a viernes y se queda ahí hasta las 7 de la tarde cuando su papá sale de trabajar y llega por ella para ir a casa.

La casa está vacía y no huele a comida como olía la casa en Puebla donde Karla vivía con sus papás antes de que se separaran. Karla era feliz, pero mamá y papá gritaban mucho y un día le dijeron que ya no podían seguir juntos y que mamá se iría a un lugar muy lejos, solo por unos meses.

Antes de irse a Australia, la mamá de Karla le regaló un koala de peluche al que abrazó muy fuerte -aquí está todo mi amor – le dijo a Karla. -Sólo estaré lejos un año y ese tiempo se pasa pronto, después regresaré y viviremos juntas otra vez.

-¿Con mi papá? ¿Todos juntos como antes?

-No lo sé.

-No quiero que te vayas -dijo Karla llorando.

-No llores, te quiero mucho, pero necesito irme un tiempo. Voy a trabajar, traeré dinero y aprenderé muchas cosas.

-¿No puedes trabajar aquí?

-No, Karla sé que es difícil de entender, pero después cuando estés más grande te darás cuenta que todo fue por nuestro bien.

Karla dijo que sí aunque no entendía cómo estaría bien sin su mamá.

El koala de Karla olía al perfume de mamá y Karla se dormía abrazándolo muy fuerte porque así sentía que su mamá estaba junto a ella.

Un día llegó la abuela de Karla a visitarla y lo primero que dijo al ver al koala fue -¡qué sucio está este juguete! Vamos a darle un buen baño.

Karla abrazó al koala muy fuerte para que no se lo quitaran.

-No, abuela, mi koala no se puede bañar.

-Sí puede, lo vamos a poner en la lavadora ahora mismo.

Karla salió corriendo y se escondió bajo la cama.

La abuela de Karla no era dulce y amable como las abuelas de las historias, tampoco contaba cuentos ni hacía pasteles, pero sí sabía regañar y asustar a todos los niños. Karla sabía que tendría que obedecerla, pero no quería que su koala quedara sin el aroma a mamá ¿qué haría en las noches cuando más extrañaba a su mamá y sus abrazos?

Los zapatos negros y puntiagudos de la abuela de Karla se asomaron bajo la cama.

-Sé que estás ahí, señorita, no me puedo agachar porque me duele la espalda así que te ordeno que salgas inmediatamente y me des a ese muñeco de peluche para lavarlo.

-No, abuela, por favor.

-¿No qué?

-No lo laves, por favor. -Karla no pudo evitarlo y comenzó a llorar.

-Karla, no llores, no estoy haciendo nada para que llores. Ya eres grande y puedes hablar en lugar de hacer berrinches ¿verdad?

-Sí, abuela.

-Entonces, sal de ahí y dime por qué no quieres que lave ese juguete.

Karla se limpió las lágrimas y salió para enfrentar a su abuela, porque hay momentos en los que debes hacer cosas aunque no quieras hacerlas. Puso al koala tras su espalda y respiró profundo pensando muy bien en lo que diría para convencerla.

-Abuela, hace mucho tiempo que no veo a mi mamá, y la extraño mucho.

La abuela de Karla hizo algo que nunca hacía: sonreír.

-¿Y eso que tiene que ver con el peluche?

-Ella me lo regaló y antes de irse lo abrazó muy fuerte. Huele a ella. -Karla le dio el koala a su abuela, quien lo tomó y lo olió.

La abuela de Karla hizo una mueca de disgusto, pero le regresó el koala a Karla.

-Sigo pensando que necesita un baño, pero ya se lo dará tu mamá cuando llegue. Vamos a preparar la cena favorita de tu papá.

-Gracias, abuelita.

Los días pasaban y el aroma en el koala de Karla casi había desaparecido, Karla hacía exámenes finales y pronto terminaría su primer año de primaria.

Un día el papá de Karla llegó temprano a la escuela -tengo una sorpresa -le dijo a Karla -iremos a un lugar muy especial.

Karla reconoció el camino y gritó emocionada -¡los aviones! ¿ya llegó mi mamá?

-Sí, hoy llega y tiene muchas ganas de abrazarte.

Fin

Actividades sugeridas para hacer durante la lectura

1.- Encuentra las K y k que aparecen en el
cuento
2.- Dibuja a Karla y escribe su nombre
3.-Dibuja al koala y ponle un nombre especial

¿Tienes muñecos de peluche? dibújalos y escribe su nombre.

Cuento con la letra J para niños de primero de primaria

Este cuento con la letra j para niños de primero de primaria se llama “La jirafa de Juan” y  forma parte de la serie Cuentos de la A la Z puedes descargarlo en PDF dando click a este enlace.

¡Espero que disfrutes la lectura!

Cuento con la letra J para niños de primero de primaria

La jirafa de Juan

-¡Mira mamá! encontré la jirafa de Juan, estaba bajo la cama -dijo Julieta.
-¡Está muy sucia! la voy a lavar ahora mismo, tu hermano se va a poner muy contento cuando la vea.

Cuando la jirafa de Juan estuvo limpia se veía esponjosa, suave y muy bonita.

-¿Puedo jugar con ella? -preguntó Julieta
-Está bien, pero cuando Juan llegue de su clase de dibujo tendrás que dársela.
-Claro mamá.

Julieta jugó con Jafi al safari, juntas recorrieron la sabana africana y se enfrentaron a numerosos peligros. El tiempo pasó muy rápido y Juan llegó a la casa acompañado de su amigo José.
-Hola, mamá, José y yo vamos a jugar un rato… -Juan no pudo terminar de hablar porque vio a Julieta que abrazaba a Jafi.
-¡La encontré bajo la cama!
-Qué bien -dijo muy serio-. Vamos a mi recámara, José
-Toma -dijo Julieta dándole la jirafa de peluche.
-¿Es tuya? -preguntó José con una sonrisa burlona.
-Sí, es su juguete favorito -dijo Julieta.
-Claro que no, yo no juego con jirafas de peluche. Déjame en paz, Julieta. Ven José, no le hagas caso a esa niña tonta.
José y Juan se fueron a jugar y Julieta abrazó fuerte a Jafi.

-¡No soy tonta! -gritó- Es tu jirafa…
.¡Déjame en paz!

Juan cerró fuerte la puerta y Julieta fue con su mamá.

-¿Qué le pasa a Juan, mamá? me dijo tonta.
-No le hagas caso, cuando José se vaya hablaré con tu hermano, mientras ve a jugar con Jafi
-¿Puede ser mía si Juan no la quiere?
-Por supuesto.

José se fue y Juan entró a la recámara de su hermana.

-Quiero a Jafi
-¿Puedo jugar un rato más con ella?
-No, es mía, dámela -Juan trató de arrebatarle la jirafa a su hermana, pero ella la agarró con fuerza de las patas mientras Juan la sostenía por el cuello. Los dos jalaron, Jafi no resistió y se rompió.
-¡Mira lo que hiciste! -Juan estaba a punto de pegarle a su hermana, pero su mamá entró a la habitación a tiempo para evitar una pelea.
-Juan, compórtate, tu hermana no tuvo la culpa. Dame, voy a arreglar a Jafi y tú y yo hablaremos muy seriamente. Acompáñame.

Juan salió detrás de su mamá arrastrando los pies y con la cabeza inclinada. Quería llorar porque no le gustaba ver a su jirafa rota, pero se aguantó las lágrimas pues no quería aceptar que todavía quería a Jafi.

-Te portaste muy mal con Julieta, le debes una disculpa
-Pero fue ella la que rompió a Jafi, si me la hubiera dado no habría pasado nada.
-Le dijiste tonta, la insultaste y eso no estuvo bien, ella solo quería darte a Jafi.
-Pero, mamá, me la quería dar frente a José. Y yo no quería que él supiera que tengo un juguete de peluche. Los niños de mi edad ya no juegan con muñequitos.
-Julieta no sabía eso, ella se puso muy contenta cuando encontró a Jafi bajo la cama y solo quería dártela porque sabe cuánto te gusta.
-No me gusta tanto.
-Muy bien, entonces ¿por qué no dejaste que Julieta jugara con ella un poco más?

Juan se quedó callado, no sabía que responder. Sabía que ya no era un niño pequeño y no quería jugar con Jafi, pero quería tenerla solo para él.

-Ya está, el color es casi igual al de la tela así que no se nota mucho donde se rompió. ¿La quieres o se la doy a Julieta?

Juan agarró a Jafi y se fue a su recámara. No tenía ganas de hablar con nadie.

Al día siguiente Juan entró a la escuela un poco preocupado porque no sabía si José les contaría lo de Jafi a sus otros amigos. ¿Serían capaces de burlarse de él? Entró al salón y todos lo saludaron como siempre. José ni siquiera mencionó lo ocurrido en su casa así Juan se quedó tranquilo aunque en el recreo le dijo a su amigo.
-Oye, José, quiero decirte que esa jirafa no es mía.
-Lo sé -dijo José-, no te preocupes.
-¿De verdad? ayer sentí que te burlabas cuando mi hermana se confundió y dijo que Jafi era mía.
-No me burlaba, bueno un poco, pero no le voy a contar a nadie sobre eso.
-Está bien.

Los dos amigos se quedaron callados mientras comían su lonche.

-¿Y desde cuándo la tienes? -preguntó José.
-Desde que tenía un año -dijo, Juan.
-Yo tengo un oso.
-Nunca lo he visto.
-Porque cada vez que vas a mi casa lo escondo bajo la cama.

Juan sonrío y se quedó tranquilo, sabía que José guardaría su secreto. Al llegar a casa se disculpó con su hermana y le agradeció por encontrar y cuidar a Jafi. Llegaron a un acuerdo, cada vez que Juan tuviera visita, Julieta tendría a Jafi y por esos momentos ella sería su dueña.

Fin

Actividades sugeridas para hacer durante la lectura

1.- Encuentra las J y j que aparecen en el
cuento
2.- Dibuja a Juan y escribe su nombre
3.- Dibuja a Julieta y escribe su nombre
4.-Dibuja a Jafi y escribe su nombre.

¿Tienes muñecos de peluche? dibújalos y escribe su nombre.

Cuento con la letra I para niños de primero de primaria

Este cuento con la letra i para niños de primero de primaria se llama «La iguana de Isabel» y  forma parte de la serie Cuentos de la A la Z puedes descargarlo en PDF dando click a este enlace.

¡Espero que disfrutes la lectura!

Cuento con la letra i para niños de primero de primaria

La iguana de Isabel

Isabel vio una iguana a mitad de la calle y se quedó inmóvil. Era la primera vez que veía un animal como ese: parecía un dinosaurio en miniatura, de color verde con unas manchas café, su cola era muy larga y parecía que tenía espinas saliendo de su espalda.

La iguana también se quedó inmovil, tan quieta que podía confundirse con una piedra. Isabel dio un paso hacia el animal, para observarlo mejor, pero la iguana se movió con rapidez y se metió en un hueco bajo la banqueta.

Isabel se sintió mal por asustar al animal

-¡Disculpa! -gritó -, no quería asustarte, solo quería verte mejor.

Isabel corrió hacia su casa -mamá, ¡mamá! Vi un animal increíble, inmenso, creo que es un animal como ese que vimos en el tortugario, pero éste era más grande y de color verde con café.
-¿Viste una iguana? -le preguntó su mamá.
-Creo que sí.
-Aquí encontrarás muchos animales, es la ventaja de vivir en un pueblo tan pequeño y a la orilla del mar. Pero no vayas a tocarla porque no sé si muerda o te pueda hacer daño. ¿En dónde la viste?
-En la calle, a la mitad de la cuadra, se escondió bajo la banqueta.
-Bien, ahora ya tienes algo nuevo para contarle a tus amigas. ¿Ya tienes todo listo para ir a la escuela mañana?
-Sí
-¿Estás emocionada?

-Nerviosa, no sé cómo serán las niñas de esta escuela, mamá.
-Te irá muy bien, verás que el quinto grado será increíble.

Al día siguiente, Isabel se despertó muy temprano, se puso su uniforme y se fue sola a la escuela.
-Es la primera vez que no me llevarás a la escuela, mamá.
-Solo caminarás dos cuadras, este pueblo es muy tranquilo y seguro, no es como en la ciudad. Dame un abrazo, te deseo mucho éxito en tu primer día de clases. Nos vemos en la tarde.
-Claro, mamá, te quiero.

Isabel se fue a la escuela, llegó en menos de cinco minutos.

Era muy temprano, no había alumnos, solo dos maestros que la saludaron amablemente, le preguntaron su nombre
y le indicaron cuál era el salón de quinto grado. Isabel dejó su mochila en el salón y salió a explorar la escuela que tenía un gran jardín, un lugar para comer al aire libre y dos canchas de basquet.
-Creo que la pasaré muy bien aquí.
-Creo que sí -le contestó una voz rasposa que parecía salir de la barda del colegio.

Isabel se sobresaltó un poco, volteó para saludar al dueño de esa voz, pero no vio nada.
-Estoy acá, sobre la barda, no te asustes. Solo vine a decirte que acepto tus disculpas.

Isabel observó la barda, no había nadie.
-Dije, sobre la barda, no recargado en la barda.
Entonces la vio: era la misma iguana del día anterior. Isabel estaba a punto de gritar, pero la curiosidad fue más grande que su miedo.
-¿Cómo es que sabes hablar?
-Soy una iguana muy inteligente.
-¿Y hablas con todos los niños de aquí?
-No, casi todos me tiran piedras, pero tú te portaste muy bien ayer. Ya están llegando los niños, me voy. Ya sabes
donde vivo, si quieres, puedes ir a visitarme después de la escuela.

Isabel quedó impactada, durante el resto de la mañana no pasó nada tan interesante como su encuentro con la
iguana.

-¿Cómo te fue en la escuela? -le preguntó su mamá
-Increíble, mamá, todos son muy amables. Mamá ¿crees que es posible que un animal hable?
-Si es un loro, sí.
-¿Y si es una iguana?
-Las iguanas no hablan.
-Ya sé.

Isabel se puso a hacer su tarea, se preguntaba si la iguana de verdad había hablado o si alguien le había hecho una
broma. Al terminar su tarea decidió ir a buscar a la iguana.
-Mamá, voy a caminar a la plaza.
-Muy bien. Pero no te vayas más lejos.

Isabel salió de su casa, vio a la iguana que tomaba el sol en el mismo sitio del día anterior.

-Hola -dijo Isabel
-Hola -contestó la iguana.
-Es la primera vez que conozco a una iguana que habla.
-¿Y has conocido muchas iguanas que no hablan?
-Solo una. ¿Hay mucha iguanas que hablan?
-No lo sé, en mi familia todas hablamos, aunque no nos vemos muy seguido.
-¿Puedo ir por mi mamá? No me creerá si le digo que hay una iguana que habla.
-Mejor no le digas que sé hablar
-¿Por qué?
-Porque a los adultos hay que darles muchas explicaciones, si no tienen suficientes creen que se están volviendo
locos.

-Tienes razón… será nuestro secreto. Me tengo que ir, mañana regreso.

Los días pasaron, Isabel visitaba a su amiga, Ignacia, la iguana, todas las tardes, se hicieron muy amigas, un día
Ignacia le confesó a Isabel su mayor secreto.
-¿Sabes qué me gustaría ser?
-¿Cuándo seas adulta?
-Ya soy adulta, y por eso sé que quizá nunca podré cumplir mi sueño.
-Mi mamá dice que los sueños siempre pueden cumplirse.
-Quiero ser famosa
-¿Cómo famosa?
-Tengo una prima, Indira, que siempre presume porque todos la conocen, un señor le tomó fotos y está en toda la red. No se muy bien cuál red, pero se la pasa diciendo que es famosa.

-Creo que se refiere a Internet, tú podrías ser famosa si te hago un vídeo y te pones a hablar.
-¡Pero no quiero que se enteren de eso! solo quiero salir en fotografías.
-¡Pues te tomo unas fotos y las subo!
-¿Puedes hacer eso?
-Claro, es muy fácil.

Tomar fotos fue muy divertido, Isabel le pidió a su mamá que compartiera las imágenes con sus amigos y así mucha
gente pudo conocer a Ignacia.

Ignacia estaba feliz por cumplir su sueño, un día Isabel se fue del pueblo, pero prometió volver cada vez que pudiera.
Ignacia tuvo hijos, sus hijos tuvieron más hijos, y toda la familia escuchaba la historia de la abuela con sus imágenes
famosas y su amiga Isabel.

FIN

Actividades sugeridas para hacer durante
la lectura:
1.- Encuentra las I y i que aparecen en el
cuento
2.- Dibuja a Isabel y escribe su nombre
3.- Dibuja a Ignacia y escribe su nombre
4.- Inventa un final diferente para la
historia
5.- ¿Cómo te imaginas a Indira? inventa
una historia de ella y su foto famosa en
Internet.