Tener hijos es fácil, criarlos bien es otra cosa. Ser un buen padre o una buena madre es un trabajo muy pesado.
Un buen padre es alguien que toma decisiones por el bien de su hijo.
Un buen padre sabe que no es perfecto, y que su hijo tampoco lo es, así que no se hace expectativas falsas sobre las habilidades de los niños.
Un buen padre tiene que darse el tiempo para él: para entenderse, para cuidarse, para poder ser mejor.
Tips para ser mejores padres
1.- Sé un buen modelo a seguir
No te limites a decirle a tus hijos lo que quieres que haga, muéstrale cómo hacerlo. Los seres humanos aprendemos por imitación, copiamos las acciones de los demás, observamos a los que nos rodean y hacemos lo que vemos.
Sé la persona que quieres que tu hijo sea.
2.- Demuestra tu amor
Amar no se trata de sobreprotegerlos, de darles todo para que no sufran o de tenerlos en una jaula de cristal para que el mundo no los dañe. Amar a los hijos incluye practicar una crianza positiva, enseñando disciplina, respeto, resiliencia y a trabajar por lo que se desea aunque eso no se obtenga de inmediato.
3.- Establece límites
Debes poner reglas y cumplir las consecuencias si estas reglas no se respetan, al contrario de lo que muchos piensan los niños quieren saber que tienen límites, esto les da seguridad y les permitirá desarrollarse mejor en la sociedad.
4.- Escucha a tu hijo
Es normal que las actividades cotidianas nos absorban, que el trabajo nos sature y que al final del día solo queramos descanso y distracción, pero date un tiempo para hablar con tu hijo y escucharlo de verdad, deja que te cuente sobre su día, sobre sus dudas, logros, miedos y experiencias.
5.- Cuida tu salud
No podrás brindarle las mejores experiencias a tus hijos si no estás sana, aliméntate bien, haz ejercicio y toma tiempo libre para practicar algún hobbie.
La mayoría de los padres queremos que nuestros hijos sean productivos, responsables, que se conviertan en adultos independientes, con una vida plena, que sea saludable y feliz.
Lograr estos resultados no es fácil por lo tanto busca información, prepárate día a día y no te exijas demasiado, cometerás errores, pero eso es normal y tambén es parte de la vida.
Técnicamente soy mamá soltera desde el 2009, fecha en la que me separé del papá de mis hijos. Sólo vivíamos juntos así que no hubo divorcio de por medio, pero tampoco hubo pensión ni visitas a los niños y desde hace cuatro años no sabemos de él para nada.
Así que solo somos mis hijos y yo.
Y eso es lo mejor que me pudo pasar en la vida.
Cuando eres mamá soltera tienes toda la responsabilidad de educar a tus hijos (no puedes culpar al papá si algo sale mal, pero siempre puedes decir: eso lo sacó de su padre) y créanme: la parte financiera es la que se resuelve más pronto porque de alguna u otra manera sales adelante.
Pero ¿qué pasa cuando estás muy cansada y todavía te falta ayudar a tus hijos a hacer la tarea? ¿Qué haces cuando sientes que no puedes más y tienes ganas de llorar, pero no quieres que tus hijos se den cuenta que estás triste? ¿Cómo te enfrentas a ser papá y mamá a la vez? ¿Cómo se hace el trabajo de dos personas sin desfallecer? ¿Cómo darse tiempo para divertirse y relajarse con tantas cosas por hacer?
Estas son algunas de las preguntas que me he hecho desde que soy mamá soltera. Y no solo me las hago yo, también otras mujeres que se encuentran en la misma situación.
7 tips para sobrevivir cuando eres mamá soltera
Las mamás solteras solemos hacernos las fuertes, decimos que estamos mejor solas que mal acompañadas (y la mayoría de los casos sí es así), pero necesitamos relajarnos un poco, porque no se puede hacer todo siempre bien. Quizá de manera inconsciente queremos ser perfectas porque sentimos que a nuestros hijos les hace falta la figura paterna… Pero no podemos sustituir ni reemplazar al papá, sí podemos usar todos nuestros recursos para enseñarles a nuestros hijos que su felicidad depende solo de ellos.
Estos son mis 7 tips para sobrevivir cuando eres mamá soltera:
1.- Relájate, la casa no necesita estar siempre limpia
El día tiene 24 horas, no más, y tienes que decidir qué harás durante ese tiempo: trabajar, ayudar a tus hijos en la tarea, contarles una historia, platicar o jugar con ellos, arreglar la casa… Arreglar la casa te puede quitar muchas horas si pretendes tenerla perfecta, una opción para no vivir en un cochinero y no pasarte los fines de semana ordenando tu hogar es delegar y repartir las tareas entre tus hijos y tú.
Los niños aprenden a cooperar, se hacen independientes y responsables. Eso sí, no esperes que hagan las cosas perfectas y ponlos a realizar labores de acuerdo a su edad: a los dos años pueden poner sus juguetes dentro de una caja, a los tres pueden ayudarte a poner la ropa sucia en el bote, a los cinco pueden poner la mesa… A los diez años ya pueden barrer, trapear, tender su cama, lavar el baño. Así se dividen las tareas del hogar y todos tienen tiempo libre para compartir en familia.
2.- No dudes de tu capacidad para educar a tus hijos
Te encontrarás con muchas opiniones sobre cómo educas a tus hijos y cómo deberías hacerlo, toma los consejos que te agraden y no te preocupes por los demás. Tienes la capacidad para educar a tus hijos, nadie nace sabiendo ser mamá o papá así que todos están en la misma postura que tú.
3.- Pide ayuda
Hay que saber cuándo pedir ayuda, ya sea para que te cuiden a los niños mientras descansas o para atender una emergencia. ¿Qué tal hacer una comunidad con otras madres solteras? algo así como la película El club de las madres solteras.
4.- No te presiones para ser mamá y papá
No somos mamá y papá, somos mamá realizando un trabajo que se supone sería entre dos personas. Sé la mamá que deseas y olvida la otra parte, de alguna manera tus hijos encontrarán una figura paterna ya sea cuando tengas pareja o recurrirán a algún familiar cercano, incluso un maestro puede sustituir esa parte masculina que a veces necesitan.
5.- Organiza tus finanzas
Es muy importante planificar la economía, sobre todo si trabajas por tu cuenta. Una buena manera de lograr la abundancia económica a largo plazo es aprender a vivir con el 60% de lo que ganas, dedicar un 10% al ahorro, un 10% a tu educación (para mejorar en tu trabajo, para tu crecimiento personal, etc), un 10% a lujos y un 10% a inversión.
Quizá pienses que no ganas lo suficiente para ahorrar, pero puedes hacer un ejercicio: registra cuánto gastas cada día y en qué, después de dos o tres meses verás que hay gastos que puedes evitar y dedicar ese dinero a ahorrar.
No te endeudes, no vale la pena comprar algo que estarás pagando por 12 meses, sobre todo si son juguetes, los niños crecen y cambian de gustos muy rápido y puedes estar pagando por un muñeco que solo le interesó durante 3 días.
Vivirás más tranquila sin deudas y sabiendo que tienes un colchón de seguridad para recurrir a él en caso de que dejes de trabajar.
Ya que solo hay un ingreso para tu familia debes establecer prioridades en tus gastos, todas las mamás solteras necesitamos aprender finanzas básicas. Te recomiendo el sitio de Blog y Lana.
6.- Diviértete, tienes permiso para pasarla bien
Viernes por la noche, los niños están dormidos y tú quieres ver una película y tomar una copa de vino tinto, pero en lugar de eso recuerdas que tienes montañas de ropa por planchar. Respira. La ropa no se irá, pero la oportunidad de descansar sí, relájate, pásala bien. Sal de vez en cuando. Muéstrale a tus hijos que la vida se disfruta.
7.- Cuida tu salud
Aliméntate sanamente, trata de dormir 6 horas por lo menos, haz ejercicio (hacer el quehacer con energía cuenta como ejercicio y caminar para ir a los mandados también), piensa positivo, medita y rodea tu vida de cosas que te inspiren y personas que te motiven.
No se puede cuidar bien a otro ser humano cuando no tienes energías o salud suficiente así que ponte las pilas y cambia tus hábitos negativos, de paso le harás un favor a tus hijos porque los estarás enseñando a cuidarse también.
Ser madre soltera no es fácil, pero es gratificante saber que puedes sacar adelante a tus hijos, transmitiéndoles valores, amor, gratitud por estar vivos. Y lo mejor es que todo su cariño, besos y abrazos son solo para ti.
¿Cuáles son tus tips para sobrevivir cuando eres mamá soltera?
Escribir es un proceso muy complejo. Se trata de la motricidad fina, el procesamiento sensorial, la capacidad de crear, organizar y expresar ideas. Además hay que recordar reglas de ortografía, gramática y sintaxis.
Todos los niños comienzan con trazos torpes cuando aprenden a escribir pues la escritura es una habilidad compleja que tarda años en desarrollarse, es normal que los niños de primero y segundo grado escriban mal. Pero si parece que tu hijo no está desarrollando sus habilidades como el resto de sus compañeros es momento de buscar si padece algunos de los síntomas específicos de la disgrafía.
Por qué mi hijo escribe horrible
Cuando un niño escribe horrible empieza a acumular resultados negativos en la escuela, se puede sentir «tonto» o «torpe»y esto afecta su autoestima. Algunos maestros pueden creer que la letra horrible se debe a la flojera, al desinterés del niño por aprender, al nulo apoyo familiar, pero la verdadera causa de esta letra fea puede ser la disgrafía.
Mi hijo escribe horrible ¿tiene disgrafía?
La disgrafía es un problema de aprendizaje que se traduce en una dificultad para escribir y expresarse en forma escrita.
La disgrafía no tiene nada que ver con la inteligencia o la capacidad de aprender, sin embargo en un sistema escolar que está muy centrado en el escritura para demostrar el conocimiento la disgrafía puede ser un gran problema para el aprendizaje.
Síntomas de la disgrafía
Además de la letra horrible los niños con disgrafía presentan:
*Una diferencia significativa en la calidad y la comprensión de las ideas cuando se escribe en comparación a cuando se habla.
Las personas con disgrafía pueden ser muy elocuentes al hablar, pero si se les pide que pongan por escrito sus ideas tienen dificultad para transmitir su conocimiento o pueden encontrarse con la imposibilidad de escribir. Esto es desconcertante para los maestros porque escuchan al niño explicar algo, pero si ponen un lápiz en su mano y le piden que escriba lo que acaba de decir el niño tendrá grandes dificultades.
*Dificultades para tomar el lápiz: pueden estar encorvados, con el brazo curvo y sus dedos hacen una gran presión.
*Problemas al dar forma a la letra: lo hacen de manera extraña o empiezan en lugares de difícil acceso o varían el tamaño de las letras. Mezclan mayúsculas y minúsculas y no pueden permanecer en el renglón.
*Letra ilegible
*Pueden escribir las letras al revés o invertirlas.
*Unen las palabras y comenzar a escribir en lugares extraños de la página.
*Se quejan de cansancio o dolor después de periodos cortos de escritura.
*Evitan las tareas de escritura y dibujo.
*Dejan palabras sin terminar y omiten frases al escribir.
*Tienen dificultad para organizar los pensamientos en el papel, pero pueden hablar con gran maestría.
*Lucha con la gramática, puntuación y la estructura de la oración.
*Parece que su mente va más rápido que su mano.
Cómo determinar si mi hijo padece disgrafía
La mayoría de las escuelas en México no tienen un protocolo para determinar si los niños que asisten a sus aulas tienen dislexia, disgrafia a algún otro trastorno del aprendizaje, para determinar con exactitud si tu hijo padece disgrafía se requieren:
*evaluaciones psicopedagógicas
*evaluaciones académicas centradas en pruebas de lectura, matemáticas, escritura y lenguaje.
*evaluaciones de motricidad fina, entre otros.
Una vez determinado que tu hijo tiene disgrafía puedes hacer varias cosas para ayudarlo a mejorar sus calificaciones escolares:
1.- Habla con el maestro o maestra de tu hijo para que lo deje hacer la tarea en la computadora y si es posible que lo deje responder preguntas de forma oral.
2.- Al momento de hacer la tarea no lo presiones de más y busca alternativas al proceso de escritura, por ejemplo si tiene que inventar un cuento en vez de escribirlo puede decirlo en voz alta, grabarse y transcribir lo que ya grabó así solo tiene que concentrarse en escribir en lugar de concentrarse en escribir e inventar. Si va a contestar cuestionarios también puede grabar las respuestas primero.
3.- Usa lápices y plumas triangulares que son más fáciles de agarrar.
4.- De preferencia usen cuadernos cuadriculados o de doble raya
5.- Prepara un espacio especial para que tu hijo haga la tarea sin distracciones. Su espalda debe estar bien apoyada en el respaldo de la silla.
6.- Si tu hijo es zurdo puede inclinar el papel ligeramente hacia la derecha, si es diestro puede inclinarlo hacia la izquierda.
7.- Para mejorar la motricidad fina puede cortar papel con dedos o tijera, rasgar papeles, enhebrar agujas, dibujar, colorear, bordar, coser y doblar.
8.- Puedes imprimir la siguiente checklist para que tu hijo verifique su texto. Colócalo en un lugar visible para que tenga presente las indicaciones (da click en la imagen para descargarlo en formato PDF listo para imprimir)
Qué enseñar a niños de primaria es una consulta común en Google, la mayoría de los artículos que aparecen en el buscador como respuesta se centran en enseñanzas relacionadas con el estudio, pero ¿qué pasa con las habilidades básicas que todo niño debe aprender para ser autosuficiente?
Recuerdo que mis hermanos dejaron de usar pañal antes de los dos años (y yo también según cuenta mi madre), ahora hay muchos niños de casi tres años que todavía no saben ir al baño. El biberón a los cinco años era inconcebible, por lo menos en mi entorno, ahora he visto a niños de esa edad con un tremendo biberón en sus manos.
Y en la primaria han cambiado las cosas también: mi hermana y yo nos íbamos solas a la escuela desde tercer grado. Obviamente en las grandes ciudades esto es imposible, sobre todo por la inseguridad que impera en México, pero ¿si no hubiera inseguridad confiarías en tu hijo para atravesar calles y aprender el camino de regreso a casa?
Hay habilidades prácticas que los niños deben aprender para que sean independientes y autosuficientes. Las habilidades más importantes que debe saber un niño en la primaria son:
Qué enseñar a niños de primaria
1.- Dormir el tiempo necesario
La pedagoga Martha William nos comentó en esta entrevista la importancia de dormir las horas necesarias. Una buena disciplina del sueño es una habilidad que deben aprender los niños de primaria.
¿A qué hora se acuestan tus hijos? ¿A qué hora se despiertan? ¿Tienen una rutina a la hora de ir a la cama?
Los niños necesitan de 8 a 12 horas de sueño si tu hijo se acuesta a las 10 de la noche, se duerme a las 11 y se despierta a las 6:30 ya no está recibiendo el descanso que necesita para aprender los conocimientos escolares.
Establece una rutina desde pequeño, a los 6 o 7 años los niños deberían irse solos a la cama a la hora indicada.
2.- Cocina básica
No eres completamente autosuficiente si no eres capaz de cocinar tus propios alimentos -y lo digo yo que soy una perdición en la cocina-. No soy buena cocinera, pero sé hacer huevos, cocer verduras, preparar ensaladas y algunos postres; gracias a eso no alimento a mis hijos solo con comida rápida.
¿Sabías que México tiene el primer lugar en obesidad infantil? para cambiar esta situación y evitar niños enfermos hay que enseñarle a nuestros hijos a nutrirse adecuadamente y a preparar comida saludable.
De los 6 a los 7 años los chicos pueden aprender a:
lavar frutas y verduras, preparar sandwiches nutritivos, romper blanquillos, hacer chocomilk, hacer un licuado de plátano, servirse yogurt o cereal con plátano, calentar porciones de comida en el microondas (explícales bien cuáles recipientes se pueden meter al micro y cuáles no)
De los 8 a los 11 años los chicos ya pueden:
usar cuchillos, hacer sopas sencillas como spaguetti o macarrones, hacer ensaladas, poner a cocer verduras, calentar tortillas, prepararse tacos.
Y para los 12 años ya tendrás preadolescentes dispuestos a enfrentarse al desafío de preparar una hamburguesa con mucho jitomate, aguacate y lechuga 🙂
3.- Andar en bicicleta
¿Has visto que los parques están muy solos ultimamente? bueno, esto me pasa en Guadalajara, en Cuyutlán si había niños jugando en el parque todo el tiempo, pero en la ciudad los parques se están quedando solos. Esto es una pena porque los niños necesitan jugar al aire libre, correr, saltar y no estar tanto tiempo frente a un dispositivo.
Las habilidades de escritura son mejores cuando los chicos mueven su cuerpo, andar en bicicleta es una habilidad que deben desarrollar.
Beneficios de andar en bicicleta:
El ejercicio produce endorfinas, una sustancia que nos hace sentir más felices.
Al andar en bicicleta se mejora la concentración de tu hijo y aumenta su seguridad e independencia.
Ir en bicicleta con los amigos y/o padres genera un vínculo de complicidad.
Mejora su autoestima al saber que es capaz de cumplir retos.
4.- Cepillado correcto de dientes
¡Cómo batallo con mis hijos con este tema! todos los días les tengo que recordar que se laven los dientes, es un hábito que no he podido desarrollar en mis hijos a pesar de que me lavo los dientes tres o cuatro veces al día.
De acuerdo a la Asociación Dental Americana los niños deben cepillarse solos, sin supervisión, a partir de los 6 años. Sin embargo algunos dentistas dicen que la edad recomendada es a los 8 años.
El cepillado requiere de habilidades motoras, coordinación y motivación para cepillarse bien los dientes.
*En cuanto descubra cómo hacer que mis hijos se cepillen sin que se los recuerde lo publico.
5.- Ser disciplinado
Disciplina es hacer lo que tienes que hacer cuando se tiene que hacer. La disciplina es una habilidad básica para conseguir el éxito y la felicidad en la vida así que es muy importante que enseñemos a nuestros hijos a ser disciplinados.
¿Cómo se enseña la disciplina? en primer lugar debes ser una FIGURA DE AUTORIDAD para tus hijos, no eres su amiga, eres su mamá y eso debe quedar muy claro. Los amigos no establecen límites, los amigos no protegen ni nos hacen sentir seguros, por lo menos en la etapa de la niñez, para eso están los padres y por eso hay que portarse como tal.
Establece límites: para que los niños sean responsables es necesario que sepan qué es lo que se espera de ellos.
Establece las consecuencias a los comportamientos no deseados y cumple lo que estableces: las reglas deben ser claras y los niños deben saber lo que pasará si no las cumplen.
Felicítalo por su buen comportamiento: refuerza su conducta de manera positiva, no se trata solo de castigar sino de reconocer lo que hace bien. Ojo que reconocer no significa premiar: decirle «qué buen trabajo hiciste», «te felicito» o «bien hecho» es mejor que andar dando premios materiales.
Enseña y pide cosas concretas: no basta con decir «pórtate bien» es mejor pedir comportamientos concretos por ejemplo «no corras en la casa de tu tía porque no hay espacio, te pido que estés sentado mientras conversamos».
Es muy importante que seas coherente con lo que dices y haces, tu hijo debe ver que tú también eres una persona disciplinada, que lo que está prohibido no es negociable y que los comportamientos correctos tienen repercusiones positivas.
6.- Habilidades de comunicación
¿Cuántas veces te has sentido incomprendida o has sentido que no te expresas de la manera adecuada?
El ser humano vive en sociedad y necesitamos comunicarnos de manera efectiva para tener una vida plena.
Para que tu hijo desarrolle habilidades de comunicación puedes hacer los siguientes ejercicios:
1.- Lean un cuento juntos y pregunta: ¿cómo se sintió el personaje principal? ¿lo entendieron los otros personajes? ¿de qué se trató la historia?
2.- Vean una película sin sonido y traten de inventar qué estás diciendo los personajes de acuerdo a sus gestos.
3.- Cuando tu hijo se enfade y te conteste de mala manera puedes decirle: entiendo que estás enojado y por eso dices cosas que me lastiman, ¿de verdad piensas eso?
4.- Jueguen a decir una frase con diferentes intenciones, por ejemplo pueden decir «quiero un poco de ensalada» enojados, alegres, tristes, exigentes, educados…
Para comunicarse correctamente hay que aprender a escuchar al otro, a interpretar lo que dijo y a escucharse a sí mismo para saber con certeza lo que se quiere comunicar.
¿Qué te parecen estas habilidades? ¿cuál más se debe incluir en la lista? Espero tus comentarios.
Ser mamá no es fácil, nada fácil. Es lindo sí, pero sencillo no es. Recuerdo mi primera noche como mamá: estaba en el hospital, con un bebé en brazos, una sonda saliendo de mi cuerpo y una aguja por la que me administraban el suero. La herida de la cesárea me dolía, pero tenía que atender a un pequeño recién nacido al que no conocía para nada. ¿Cómo saber si el llanto era de hambre, de dolor o de sueño? no me atrevía a dormirme por miedo a que mi bebé dejara de respirar…
En esa noche de insomnio me prometí muchas veces ser una buena madre, la mejor si era posible. Esa es una promesa muy fácil de romper. Nadie nace sabiendo ser mamá, pero se aprende en el camino.
Si eres de las que prefieren el vídeo a leer ve al final del artículo y dale play 🙂
7 hábitos para ser una mejor mamá
Hábito 1: Dar tu tiempo y no tu dinero
En esta era consumista podemos creer que darle lo mejor a nuestros hijos es darles el mejor juguete, la mejor ropa, los mejores zapatos, la mejor educación en escuelas privadas, las mejores vacaciones «all inclusive». Y para dar todo eso hay que tener dinero, para tener dinero hay que trabajar mucho… o endeudarse si no hay más remedio aunque la deuda signifique trabajar más para pagar lo que se debe.
Pero ¿de verdad nuestros hijos necesitan tantas cosas, tantos juguetes, tantas fiestas pinterest? ¿Qué va a recordar cuándo sea grande: los regalos o los relatos que le contabas cada noche?
El primer hábito es dar tiempo por encima del dinero, pero ojo: no se trata de que vivirás en la miseria sino de tomar decisiones basadas en el amor, por ejemplo si tienes que decidir entre comprar un juguete caro a meses sin intereses o pasar una tarde cocinando con tus hijos pues la segunda opción será mejor porque el juguete, por muy caro que sea nunca podrá reemplazarte.
«Educar es penetrar en el mundo del otro» y tus hijos nunca llegarán a conocerte si no les brindas tu tiempo, tu ser, tus historias.
En el libro de 7 hábitos de los padres brillantes podrás leer información acerca de la importancia de los vínculos, de la imagen que tu hijo tenga de ti.
Hábito 2: Nutrir la personalidad además de nutrir el cuerpo
Hay que alimentar el cuerpo y el alma de los hijos, ¿has notado que hoy los niños están más estresados, angustiados y enojados que antes? los índices de suicidios y trastornos alimenticios han aumentado entre niños de 9 a 14 años. Nos hemos convertido en una fábrica de personas estresadas e insatisfechas.
El sistema ejerce una gran influencia sobre nuestros hijos por eso hay que enseñarles (nutrirles el alma) a ser, a desarrollar su visión crítica, a manejar y entender sus emociones, a ser optimistas.
Hábito 3: Enseñar a pensar
Regañar a tu hijo porque cometió un error no significa que lo estés enseñando a pensar sino a obedecer. Los seres humanos tenemos una inteligencia compleja y siempre pensamos, no nos gusta solo seguir reglas, pero sí nos gusta que nos sorprendan, que nos enseñen a ver la vida de otra forma.
En el libro viene un ejemplo para enseñar a pensar: imagina que tu hijo te grita, ¿qué harías? ¿gritarle y regañarlo? eso solo lo hará enojarse más contigo, pero si te quedas callada un momento, si respiras profundo y le dices con voz calmada «no esperaba que me ofendieras de ese modo, a pesar del dolor que siento te amo y te respeto», sales de la habitación y lo dejas… pensando.
¿Te animas a cambiar comportamientos para enseñar a tus hijos a pensar?
Hábito 4: Enseñar a ganar, pero sobre todo a fracasar
A nadie le gusta fracasar y por eso muchas veces no nos arriesgamos a hacer realidad nuestros sueños: el miedo al fracaso es más fuerte que las ganas de triunfar.
El fracaso está a la orden del día y tenemos la habilidad para sobreponernos, para aprender de nuestros errores y ser perseverantes para insistir hasta lograr lo que nos proponemos.
Hay que enseñar a nuestros hijos a no tenerle miedo al fracaso, a tomarlo como una experiencia de la cual se puede aprender.
Hábito 5: Dialogar
En ocasiones las mamás no dialogamos: entramos en un monólogo y solo queremos que nuestros hijos digan «sí mamá».
Dialogar es entrar en el mundo del otro y mostrar nuestro mundo, claro que no se trata de contarle todo a nuestros hijos, pero sí la parte que necesitan asimilar. Además hay que escucharlos, escucharlos de verdad.
Confieso que a veces me pongo en modo automático y solo digo ajá, sí, ajá… sin haber escuchado nada de lo que mis hijos dijeron. Tengo que practicar más este hábito y dialogar con mis hijos de verdad. ¡Ya tengo dos hijos casi adolescentes!
El hábito de dialogar se complementa con dar abrazos y besos 🙂 eso no falta en casa.
Hábito 6: Contar historias
A todos nos gustan las historias y aprendemos a través de ellas. Los niños adoran las historias reales y las historias inventadas, las historias largas y las historias cortas, las historias tristes y las historias alegres…
Cada vez que viajamos con mis papás, Diego, mi hijo menor, le pide a sus abuelos que le cuenten algo, algo emocionante de cuándo eran jóvenes. Sé que recordarán esos momento por siempre. Me gusta inventar historias solo para ellos, y contarles mis experiencias de la vida también.
Desarrolla el hábito de contar historias, es más fácil de lo que parece.
Hábito 7: Ten fe en tu hijo siempre
Fe es tener confianza total en tu hijo, aunque se equivoque, aunque te decepcione ten fe en tu hijo siempre. Pero esto no significa que no impondrás disciplina es necesario decir NO cuando la ocasión lo amerita y no ceder a los chantajes.
¿Qué te parecen estos 7 hábitos para ser una mejor mamá? ¿Cuáles agregarías?