¿Te has dado cuenta que el estado de ánimo de los niños es muy cambiante? nadie nace sabiendo controlar sus emociones por eso es importante enseñarlos a autorregularse.
La regulación emocional es la capacidad de monitorear y modular las emociones para expresarlas de la manera adecuada.
La capacidad de un niño para regular sus emociones afecta a su familia y compañeros, su rendimiento escolar, su salud mental y la capacidad para prosperar en este mundo complejo.
Cómo enseñar a los niños a regular sus emociones
por Tania | Oct 7, 2020 | Tips para mamás
Importancia de la regulación emocional
Relaciones con la familia y los compañeros
Un niño que hace berrinche constantemente afecta el clima de todo el hogar, incluidos los hermanos y personas que lo rodean. Si el niño no tiene capacidad de controlar sus emociones y su comportamiento tendrá problemas para mantener a sus amigos porque puede tener estallidos de ira, agresión o ansiedad.
Estos arranques generan más consecuencias negativas pues los niños que son rechazados por sus compañeros tienen mayor riesgo de abandonar la escuela, de tomar alcohol o consumir drogas y de tener problemas de conducta.
Por el contrario, si se tiene una buena regulación emocional los niños podrán concentrarse más, tener mejor desempeño escolar, capacidad de atención y resolución de problemas.
Resiliencia y salud mental
Los niños que aprenden a manejar y regular sus emociones también tienen mayor tolerancia a la angustia y más resiliencia.
Muchos trastornos clínicos de niños están relacionados con la falta de regulación emocional.
¿Cómo se desarrolla la regulación emocional en los niños?
Para autorregularnos necesitamos notar, monitorear y reconocer los sentimientos, esto no significa reprimir los sentimientos negativos sino adaptarlos apropiadamente a cada situación.
Todos los niños pueden aprender a manejar sus sentimientos si reciben la orientación apropiada.
Cuando un bebé nace su cerebro no está bien desarrollado, el desarrollo del cerebro dependerá de sus experiencias de vida y de la genética. El mayor aprendizaje de regulación de emociones sucede durante los dos primeros años de vida.
Sin embargo, esto no siginifica que una vez que los niños pasen esa edad hayan perdido la oportunidad de aprender a autorregularse. Solo significa que les tomará más tiempo.
Si tu hijo es mayor, no te desesperes, nunca es demasiado tarde para aprender a autorregularse porque el cerebro no termina de desarrollarse hasta mediados de los veinte años.
¿Cómo se regulan las emociones?
Nuestro cerebro se regula a través de dos partes del sistema nervioso.
Primero hay un sistema de respuesta rápida, su función principal es activar la respuesta de lucha o huida del cuerpo. Es como el acelerador de un automóvil: cuando se activa el cuerpo se mueve rápidamente, se acelera el ritmo cardíaco, aumenta el azúcar en la sangre para obtener energía rápida. Si un niño se pone nervioso sus emociones irán a toda velocidad.
En segundo lugar hay un sistema de calma, el «freno», este sistema ralentiza el ritmo cardiaco, aumenta la digestión y conserva la energía. Esto controla las funciones corporales y el bienestar emocional.
Cuando estos sistemas actúan en equilibrio el cuerpo funciona correctamente y tenemos control emocional. Pero si los sistemas están desequilibrados hay que recurrir a técnicas de autorregulación para obtener la calma.
Cómo la respuesta de huida es fundamental para la supervivencia humana es entendible que se desarrolle la primera respuesta desde el nacimiento, pero el sistema de «freno» no está tan desarrollado al nacer, los bebés necesitan a sus padres para ayudarlos a regular sus emociones.
Factores que ayudan a la regulación de emociones
1.- El modelado
Los niños aprenden a través de la observación de los movimientos de sus padres, internalizan y luego imitan esos comportamientos.
La capacidad de los padres para practicar la autorregulación se encuentra entre los primeros modelos relacionados con las emociones que ven los niños. Los niños observan como se controlan los padres y lo imitan.
Si un padre es reactivo, grita o chilla cada vez que algo sale mal, el niño aprende a ser reactivo y portarse mal si las cosas no salen como él quiere. Si un padre está tranquilo, piensa críticamente y busca resolver los problemas el niño aprende a mantener la calma y busca soluciones en lugar de culpas.
Los niños también aprenden a través del contagio emocional pues sienten, inconscientemente, las emociones de los padres y responden con sentimientos similares.
Por ejemplo, cuando los padres fruncen el ceño, levantan la voz o hacen gestos de enojo, los niños también se enojan.
El modelo parental es la primera forma de enseñar la autorregulación a los niños. La regulación emocional de los niños proviene de la regulación emocional de los padres.
Las actividades de regulación de las emociones o las herramientas dirigidas a los niños solo deben usarse como un suplemento o último recurso para que los niños regulen sus emociones. No debe utilizarse como reemplazo del modelo parental.
Cuando el niño crece recibe influencias de los amigos y de sus hermanos.
Para enseñar un control emocional eficaz, los padres pueden
trabajar para mejorar sus propias emociones
tener un entorno positivo para los niños
adoptar un estilo de crianza positivo
2.- Crianza positiva
Los padres que notan, aceptan y validan los sentimientos negativos de sus hijos pueden entrenarlos para que expliquen cómo se sienten y alentarlos a resolver los problemas, pero si los padres desaprueban la expresión de emociones, especialmente de las negativa, los niños desarrrollarán métodos destructivos de regulación emocional.
No es necesario castigar a los niños por sus emociones, lo que se debe hacer es
ser cálido, tolerante y receptivo a las necesidades emocionales del niño
hablar de las emociones
aceptar, apoyar y validar los sentimientos negativos
ser pacientes
no ignorar o castigar a las emociones negativas
3.- Fomentar un clima emocional positivo en la familia
El clima emocional familiar incluye la relación de los padres (vivan juntos o separados), sus personalidades, las relaciones entre hermanos y las creencias de la familia sobre la expresión de los sentimientos.
Si el clima emocional es positivo, receptivo y consistente, los niños se sienten aceptados y seguros.
Cuando el clima emocional es negativo, coercitivo e impredecible, los niños tienden a ser más reactivos e inseguros.
Los padres que expresan emociones positivas todos los días crean un clima positivo. Los padres que expresan niveles excesivos de hostilidad o crítica, contribuyen a una situación negativa.
Para crear un clima familiar positivo puedes:
expresar tus emociones positivas genuinas
buscar ayuda para manejar mejor los conflictos
trabajar para mejorar las relaciones entre padres e hijos y entre hermanos.
4.- Estrategias para autorregular emociones
Modificar el entorno para alterar el impacto emocional
Redirigir la atención hacia otra cosa para influir en las emociones.
Influir en las tendencias y reacciones emocionales una vez que surgen.
5.- Cuidado personal
Esto es especialmente efectivo para preadolescentes y adolescentes
hacer ejercicio como correr, nadar y otras actividades aeróbicas
meditar y hacer yoga
dormir bien
relajarse
Conclusión sobre la regulación de las emociones
Para ayudar a nuestros hijos debemos trabajar sobre nosotros primero, pero no podemos exigirnos perfección pues ningún ser humano está libre de defectos.
Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando en nuestras emociones y enseñar a nuestros hijos a tener el mismo proceso de aprendizaje constante.
Así que respira hondo, acepta la situación y a trabajar por ser mejor cada día.