Este cuento corto para niños con la letra A forma parte de la serie cuentos cortos para niños de primaria.
Aclaro que no soy maestra ni conozco muchas técnicas pedagógicas, así que es probable que este cuento no tenga elementos suficientes para enseñar la letra A, pero sí tiene una historia sencilla en la que los niños pueden identificar muchas palabras que comienzan con esa letra.
Puedes descargar el cuento en formato PDF desde este enlace, así imprimes el cuento y tu hijo podrá realizar las actividades sugeridas para practicar la letra A que vienen al final del documento.
Cuento corto para niños con la letra A
LA ALMOHADA DE ANA
Ana tiene una almohada amarilla en forma de estrella, ¡es una almohada mágica! Concede deseos nocturnos, todos creen que Ana duerme durante la noche, pero en realidad ella viaja por el mundo.
Ana viajó por América.
Ana viajó por Asia.
Ana viajó por Australia.
Un día la almohada desapareció.
-¿Dónde está mi almohada mamá? -preguntó Ana muy asustada.
-¡Ay Ana! Ya la tiré a la basura, tu almohada estaba muy fea, olía mal y por más que la lavé, no logré dejarla limpia.
-¡Pero mamá! Es mi almohada mágica. No puedes tirarla, voy por ella.
Ana corrió hacia el bote de basura para recuperar su almohada, pero ¡ya no estaba ahí!
Ana se puso muy triste. Ahora ¿cómo viajaría por el mundo?
Lágrimas de tristeza corrieron por sus mejillas, Ana estaba segura que nunca volvería a sonreír.
-¿Qué tienes pequeña? -le preguntó su mamá a la hora de la cena- Tu plato está lleno, ¿no tienes hambre? Si quieres te puedo hacer un pan francés.
-No tengo hambre, extraño a mi almohada. Cada noche me llevaba a un lugar diferente, mamá.
-Pero si cada noche estabas en tu cama, hija, soñando. Puedes soñar igual con cualquier almohada.
-No lo creo, voy a tener sueños feos.
-¡Ya sé! Antes de dormir te contaré un cuento, como cuando eras más pequeña. Así podrás soñar cosas hermosas con tu almohada nueva.
-¡Gracias, mamá! No sé si funcione, pero gracias por ayudarme.
Ana no recuperó su almohada, pero el cuento de su mamá ayudó y desde ese día, Ana lee una historia diferente antes de ir a dormir. Ya no tiene una almohada mágica, ahora tiene libros que la ayudan a viajar por este mundo y por otros más.